Zapopan, Jalisco; 22 de noviembre de 2022.- En 2021 el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), abrió la convocatoria Ciencia Básica y/o de Frontera: Paradigmas y Controversias para que los investigadores puedan evaluar paradigmas, hipótesis y teorías que permitan la comprensión de fenómenos en diversas áreas del conocimiento, apoyando económicamente a proyectos que plantean analizar datos de acceso abierto (online) para brindar una perspectiva científica novedosa.
Fue así como Rodrigo Sosa Sánchez, Doctor en Ciencia del Comportamiento de la Escuela de Pedagogía y Psicología de la Universidad Panamericana, campus Guadalajara, con el apoyo del Dr. Emmanuel Alcalá del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y Jonathan J. Buriticá, Profesor Asociado en el Centro de Estudios e Investigaciones en Comportamiento (CEIC) decidieron participar con un proyecto sobre la estimación temporal.
Estimación temporal
La estimación temporal (o estimación de intervalos), es un fenómeno psicológico que se refiere a la capacidad de estructurar nuestro comportamiento de acuerdo con las regularidades temporales de nuestro entorno.
Para muchos autores este es un fenómeno intrigante, ya que biológicamente contamos con receptores para detectar luz, sonido, texturas y hasta sustancias químicas para desenvolvernos de forma adaptativa en nuestro entorno, pero carecemos de receptores especiales para detectar el paso del tiempo.
¿Cómo hacemos para estimar la duración de los intervalos? La respuesta corta es que poseemos algunos “marcapasos” en el sistema nervioso que nos permiten estimar (con cierto grado de error) el “cuándo” de los eventos que ocurren a nuestro alrededor.
Además, nuestras mismas conductas en ocasiones también nos sirven como marcapasos para indicarnos el momento adecuado para actuar; esto gracias a que también contamos con receptores para detectar las consecuencias inmediatas de nuestras propias acciones.
¿Cómo estimamos el tiempo?
El Dr. Sosa Sánchez explica que nuestra capacidad de estimar el tiempo está implicada en prácticamente todas las esferas de nuestra vida. Por ejemplo, imaginemos que cuando conducimos a casa solemos parar regularmente en un crucero cuando el semáforo está en rojo. Si asumimos que la duración de la luz roja es constante, entonces se trata de una oportunidad para aprender (aprendemos de las regularidades de nuestro entorno).
En tal situación para poder actuar efectivamente requerimos de una cadena de dos conductas: (1) mirar si el semáforo ha cambiado a verde y luego (2) pisar el acelerador para seguir el camino a casa. ¿Qué hacemos mientras esperamos a que el semáforo pase de rojo a verde? La gente hace cosas muy variadas, el caso es que, casi sin excepción, eventualmente voltearemos al semáforo para saber si es prudente pisar el acelerador o si debemos esperar un poco más.
“Lo interesante es que mientras aprendemos probablemente nuestros errores se distribuyen de manera similar a una campana de Gauss”, explica el Dr. Sosa. Es decir, a veces cuando miramos al semáforo puede que ya haya cambiado a verde antes (subestimamos el paso del tiempo) o le falte una fracción de segundo para cambiar (sobreestimamos el paso del tiempo).
La finalidad del proyecto
El espíritu de este proyecto, en palabras del doctor, es describir los mecanismos de corrección de error que se involucran para tener una estimación más precisa de los intervalos con los que nos enfrentamos regularmente. Por ejemplo, si tardamos más tiempo en voltear a ver el semáforo puede que el conductor detrás de nosotros nos pite y nos sobresaltemos por el ruido repentino. O, también, si volteamos antes de tiempo interrumpimos la actividad de ocio o divagación que nos ocupaba durante la luz roja.
Según el Dr. Sosa, el objetivo específico es estudiar más allá de la organización del comportamiento cuando ya ha culminado el aprendizaje, que es lo que se ha estudiado con mayor profundidad.
A saber, lo que interesa es conocer la microestructura del aprendizaje por corrección de errores y las diferencias individuales en la disposición a aprender de estas regularidades temporales. Es decir, los ajustes que realizan los individuos momento a momento para adecuarse a los atributos temporales de su entorno, así como los rasgos individuales persistentes que distinguen a ciertos individuos en particular.
El apoyo recibido
El Dr. Sosa expresa que el compromiso que se tiene con CONACYT, es elaborar una serie de productos entre los que destacan: publicar un artículo científico con el análisis de los datos, participar en conferencias y talleres, conformar un repositorio con herramientas digitales para el análisis de datos conductuales (ver https://github.com/jealcalat/YEAB).
Por otro lado, el apoyo recibido por la Universidad Panamericana consiste en facilitar el espacio para el Dr. Emmanuel Alcalá, Investigador Asociado, quien es ahora titular del proyecto, así cómo organizar una de las conferencias incluidas en el itinerario de divulgación científica.
Contribuir a la comprensión del comportamiento
De igual modo, Sosa declara: “la convicción que se tiene por contribuir a la comprensión del comportamiento, fue el impulso que nos llevó a realizar esta investigación, ya que en muchas ocasiones se requiere dar un paso atrás y tomar el tiempo de pensar las cosas de manera distinta, usualmente de manera abstracta y formalizada”.
“Se trata de un proyecto de investigación en ciencia básica, que es la ciencia que sienta los cimientos para cualquier campo del conocimiento, gracias a ella, contamos con principios para edificar un cuerpo de conocimientos coherentes reduciendo nuestra incertidumbre sobre el universo que nos rodea”, indica.
También precisa que, en contraste, “la ciencia de frontera o ciencia aplicada plantea estrategias para intervenir sobre el fenómeno que se estudia en alguna problemática del mundo actual. A pesar de que esto último llama mucho la atención, cabe recalcar que no puede haber ciencia aplicada sin una robusta ciencia básica”.
“Por el momento, no podemos adelantarnos en los resultados, ya que la implementación del proyecto consistirá en descomponer la varianza de series de datos de estimación temporal de varios individuos usando jerarquías en cuanto a las unidades de análisis, observaciones momento a momento dentro de un día o entre días”, declara.
Igualmente concluye que: “A grosso modo, se espera encontrar ciertas regularidades en cómo se estructura el comportamiento dadas las restricciones temporales. Lo interesante será averiguar cuál de los factores anteriormente mencionados da cuenta de una mayor proporción de la varianza. Asimismo, se identificará qué proporción de la varianza queda fuera del alcance de los factores que se están proponiendo, es decir, qué tanto ruido hay en los datos”.
Equipo de Investigación
Dr. Rodrigo Sosa Sánchez, Investigador responsable del proyecto.
Doctor en Ciencia del Comportamiento, Profesor Investigador Titular B de la Escuela de Pedagogía y Psicología, SNI Nivel I.
UP Campus Guadalajara
Dr. Emmanuel Alcalá, Investigador asociado.
Doctor en Ciencia del Comportamiento, Profesor en el Departamento de Matemáticas y Física, SNI Candidato.
Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO)
Dr. Jonathan J. Buriticá Buriticá, colaborador externo.
Doctor en Ciencia del Comportamiento, Profesor Asociado en el Centro de Estudios e Investigaciones en Comportamiento (CEIC), SNI Nivel I.
Universidad de Guadalajara