Ciudad de México, 21 de octubre de 2024.- La Universidad Panamericana inauguró la exposición itinerante La Química de la Docencia: un acercamiento a la vida de Arturo Álvarez Ramírez, un tributo a la trayectoria del distinguido catedrático, que se destaca tanto por su contribución al ámbito académico como por su vida personal llena de espiritualidad y servicio.
La exposición se presentó en las instalaciones del campus Ciudad de México, y fue concebida como una forma de preservar y difundir el legado de un hombre cuya vida estuvo marcada por su dedicación a la enseñanza, la química y la formación de generaciones de estudiantes.
Un recorrido por la vida y obra de Arturo Álvarez Ramírez
Arturo Álvarez Ramírez, nacido en 1935 en Zapotlán El Grande, Jalisco, fue un destacado ingeniero y profesor, que dejó una huella profunda en el campo de la química y la educación superior en México. Durante más de tres décadas, impartió materias como análisis cualitativo y química inorgánica en la Universidad de Guadalajara, formando a innumerables generaciones de profesionales.
Además de su vocación por la docencia, Arturo Álvarez, cariñosamente conocido como “El Inge”, fue conocido por su vínculo con el Opus Dei, institución a la que se incorporó en 1974 como agregado, consolidando un camino de vida espiritual que lo acompañó hasta su fallecimiento en 1992. Actualmente, su proceso de canonización está en marcha, habiéndose iniciado formalmente el 25 de octubre de 2021.
La exposición itinerante, que estará recorriendo diversas instituciones educativas, está organizada en tres módulos principales que permiten a los visitantes sumergirse en la vida de Arturo Álvarez desde distintas perspectivas.
El primer módulo es de carácter biográfico y cuenta con una recopilación de fotos, documentos y relatos que exploran su vida familiar, sus años como estudiante y su posterior rol como maestro en la Universidad de Guadalajara. Aquí, los asistentes pueden conocer más sobre sus valores y filosofía de vida, así como su impacto en las personas que lo rodeaban.
El segundo módulo recrea un laboratorio de química, que refleja el ambiente académico donde Arturo desarrolló su vocación docente. Se exhiben instrumentos de química, escritos originales y equipos que él utilizaba en sus clases, lo que permite a los visitantes tener una idea más cercana de su estilo de enseñanza y la rigurosidad con la que abordaba su trabajo.
El tercer módulo simula un salón de clases tradicional, con sillas y un pizarrón, donde los exalumnos de “El Inge” dejaron cartas y postales que evocan sus recuerdos y agradecimientos hacia el maestro que marcó sus vidas. En este espacio también se puede apreciar una pintura que captura la esencia de Álvarez impartiendo una de sus clases, rodeado de sus estudiantes.
El legado espiritual y académico de Arturo Álvarez
En la inauguración de la exposición, el rector de la Universidad Panamericana, campus Ciudad de México, el Dr. Santiago García Álvarez, dedicó unas palabras para resaltar no solo la carrera académica de Arturo Álvarez, sino también su vida espiritual y su capacidad para inspirar a los demás.
En su discurso, el Dr. García mencionó el trabajo del profesor Arthur Brooks de Harvard, quien sostiene que la felicidad en el trabajo depende de dos elementos: encontrar un propósito y generar un impacto positivo en las personas. “Arturo Álvarez personifica estos principios. Su vida y su obra muestran cómo el servicio a los demás, y el compromiso con la educación, puede dotar de un sentido profundo a la vida profesional”, afirmó el rector.
El rector también hizo referencia a San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, cuyas enseñanzas influyeron profundamente en Arturo. “San Josemaría decía que uno puede encontrar a Dios en un laboratorio, y eso es lo que Arturo Álvarez hizo durante toda su vida. Esta exposición es testimonio de cómo la ciencia, la fe y la enseñanza pueden entrelazarse para crear un legado duradero”, expresó el rector.
Por su parte, el MBA Antonio Castro D’Franchis, director de Vida Universitaria, agradeció al Mtro. Pedro López Ortega y a la familia de Álvarez por su apoyo en el desarrollo de la exposición.
Además, destacó el valor de tener ejemplos a seguir en la vida universitaria, tanto para estudiantes como para profesores. “Carlos Llano solía decir que, si se desea adquirir conocimiento, hay que estudiar; si se quiere desarrollar una habilidad, hay que practicar; pero si se quieren adquirir valores, hay que imitar a quienes son ejemplo. Arturo Álvarez es ese modelo a seguir”, señaló,
Una exposición que trasciende fronteras
La Química de la Docencia no solo busca ser un homenaje a la figura de Arturo Álvarez, sino también un medio para inspirar a las nuevas generaciones a seguir su ejemplo. Durante su exhibición en campus Ciudad de México, del 30 de septiembre al 11 de octubre, la muestra fue visitada por más de 450 personas, entre estudiantes, docentes y público en general, quienes tuvieron la oportunidad de conocer de cerca la vida de un hombre que dedicó su existencia a la enseñanza y el servicio a los demás.
Tras su paso por la Universidad Panamericana, la exposición continuó su recorrido por otras instituciones educativas de México, llevando consigo el mensaje de un hombre que, a través de la química y la docencia, dejó una huella imborrable en la educación superior del país.
Conoce más sobre Arturo Álvarez Ramírez aquí: https://opusdei.org/es-mx/article/arturo-alvarez-mexicano-un-profesor-universitario-con-fama-de-santidad/