Ciudad de México, 26 de septiembre de 2022.- Hablar de sustentabilidad hoy en día está de moda, pero ¿sabías que la sustentabilidad también forma parte de la moda? Por lo menos eso ocurre en el caso de Pimperl, marca de moda sostenible que busca que siempre que alguien la vista esté cuidando del planeta, que es lo que ocurre cuando un estudiante de la Universidad Panamericana porta una sudadera de esta casa de estudios.
Pero hablar de moda sostenible no solo implica el uso de materiales reciclados. En entrevista, Carlos Toledo, Director General Pimperl, acompañado por Jaqueline Téllez, directora creativa, explica que lo que hace que su marca sea llamada sostenible implica el hecho de que cuenta con un sistema integral que considera a las personas, lugares de trabajo, materiales, cadena de producción y cadena de suministros.
Lo anterior significa que antes de que una de nuestras ya icónicas sudaderas de la Panamericana llegue a las manos de un estudiante, se deben contemplar muchos elementos: “La primera parte es buscar materiales ecológicos certificados que puedan dar trazabilidad a su producción, es decir que también podamos corroborar que están hechos a través del comercio justo”, indica Carlos.
La segunda parte señala que involucra mitigación de CO2: “mediante un estudio que nos hace una empresa medimos nuestros niveles de CO2 y lo mitigamos con reforestaciones en Chiapas”. Mientras que la tercera parte incluye reciclaje textil, “que es básicamente el acopio de merma, ropa y trasladarlo para que sea transformado en fibras para que sean usados en distintas industrias”.
El problema del fast fashion
La industria del fast fashion, o moda rápida, introduce colecciones de ropa que siguen las últimas tendencias de la moda, mismas que han sido diseñadas y fabricadas de forma acelerada y a bajo costo. Sin embargo para que ese costo sea bajo es necesario que se produzcan grandes cantidades de ropa, mismas que si no se venden antes de pasar de moda en un breve periodo de tiempo, pueden llegar a parar en vertederos de basura o incluso en mares.
Otro problema generado por esta industria, señala Carlos, se encuentra en la producción: “una maquila mediana en México hace entre 5,000 y 10,000 prendas al mes, más o menos, misma que está generando tela de merma al mes, o sea, una tonelada de pedacitos de tela que normalmente no puede ser utilizada casi para nada porque son cachos de tela muy pequeños”.
De este modo la fast fashion, expone Carlos que es “un modelo de negocio que hoy representa un reto para la sociedad y para el medio ambiente, entonces por eso es importante atacar los dos factores, la ropa y la merma textil, porque ahí está el problema”.
Sudaderas ecológicas
Las sudaderas de Pimperl realizadas para la Panamericana están hechas con 50% PET reciclado y 50% algodón reciclado
“Más o menos una sudadera tiene entre 11 y 12 botellas de PET y como 250 gramos de algodón reciclado, entonces estamos evitando que esas botellas de PET terminen en mares y vertederos al igual que esa merma textil” indica Carlos.
De igual modo afirma: “las pinturas que utilizamos para hacer las serigrafías de las sudaderas con la UP están libres de metales pesados y ftalatos o materiales con plomo que son un tanto son dañinos, tanto para la piel, como también para el medio ambiente”, pues según detalla, al lavar prendas hechas con tintas que contienen dichos metales pesados, éstos contaminan el agua.
“La moda sostenible es un must para todas las personas todos los días”, declara Carlos y asegura que desde Pimperl su esperanza es que pronto la gente, así como hoy en día separa su basura, aprenda a llevar su ropa a reciclar y extienda sus tiempos de consumo.
“Estamos muy orgullosos que instituciones como la UP se estén sumando y que estén buscando difundir el mensaje”, concluye.