Ciudad de México, 25 de abril de 2023.- Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition es una competencia internacional de defensa para estudiantes de derecho que no solo reúne a más de 700 universidades de aproximadamente 100 países, sino que también es considerada una de las competencias de mayor prestigio de su tipo. Es precisamente en ésta donde alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana han vuelto a destacar.
Se trata de Ana Mireya Ramírez Suárez, Luis Alberto López Escalante, Sofía del Hierro Haro, los tres de 10° semestre; quienes junto con los estudiantes de 8° semestre Carlos Emiliano García Alfonso, Ricardo Andrés Lozano Cázares, Francisco Antonio Estrada Pérez, Ana Irene Prados Cacep y Emilia Silva Cruz, consolidaron un equipo y pusieron en alto el nombre de nuestra casa de estudios.
Sobre el Philip C. Jessup
El Philip C. Jessup, también simplemente llamado “Jessup”, consiste en una competencia que simula un juicio ante la Corte Internacional de Justicia entre dos estados ficticios.
En cada edición de la competencia, el caso hace referencia a temas de gran relevancia en el ámbito del derecho internacional público. Este año, el caso trató temas relativos a la interpretación de un tratado de paz, ataques mortales en un territorio presuntamente ocupado, sanciones económicas unilaterales y las consecuencias legales de no disponer adecuadamente de residuos peligrosos.
“En general, lo que nos motivó a participar en el ‘Jessup’ fue el interés que tenemos por el derecho internacional público. Todos los miembros del equipo ya habíamos llevado la asignatura en la universidad y nuestros profesores despertaron nuestro interés por dicha materia y nos sembraron la duda de cómo se aplica la misma en la práctica”, afirma Ricardo Lozano, en nombre de su equipo.
Resultados sobresalientes
En las rondas nacionales de este certamen el equipo salió triunfante, lo cual les dio pase directo a las rondas internacionales. En esta etapa otros reconocimientos que cosecharon fueron:
- Ricardo Lozano – Mejor orador en ronda final.
- Emilia Silva Cruz – Mejor oradora en rondas preliminares.
- Ana Irene Prados – 2º Mejor oradora en rondas preliminares.
“El haber obtenido resultados favorables en rondas nacionales significó mucho para nosotros debido a que éstos representaron todos los meses de dedicación, esfuerzo, sacrificios y compromisos asumidos por todos los miembros del equipo”, declara Ricardo.
“Al final de cuentas, los reconocimientos obtenidos fueron la materialización de un trabajo conjunto que, aun y con todos los retos y contratiempos, valió completamente la pena”, añade.
La ronda internacional
Si bien en la ronda internacional no resultaron ganadores, los jóvenes ven el hecho de haber participado como una experiencia más que positiva, por varias razones que apunta Ricardo: “En primer lugar, tuvimos la oportunidad de rodearnos y conocer a estudiantes de derecho de todo el mundo que comparten la misma pasión por el derecho internacional público y que buscan desarrollarse en dicho ámbito con el objetivo de ser agentes de cambio”.
En segundo lugar, habla de la oportunidad de haber sido evaluados por jueces que ocupan cargos importantes a nivel internacional, lo cual “(…) nos dio la oportunidad de aprender de cada una de sus preguntas; tener una visión más práctica del derecho internacional público y seguir preparándonos para ser mejores abogados en dicha práctica”, declara.
Otro de los grandes beneficios, opina que fue la posibilidad de conectar con estudiantes y académicos de todo el mundo, “situación que muy probablemente tendrá un profundo impacto en las oportunidades laborales y académicas que todos los miembros del equipo puedan tener en el futuro”.
Una experiencia gratificante
El equipo reconoce que gran parte de los resultados obtenidos se lo deben a sus coaches, Arturo López Gómez y Ana María Zamora Loaiza, “(…) ya que además de fungir como maestros especializados en derecho internacional público, también sirvieron como entrenadores que en muchas ocasiones nos llevaron a nuestro límite con el propósito de que siempre hiciéramos las cosas de la mejor manera posible”, dice Ricardo.
También saben que esta experiencia ha abonado en otro nivel: “Estamos contentos de poder decir que en los coaches y en los miembros del equipo no solo encontramos compañeros de la competencia, sino grandes amigos con los cuales compartiremos esta gran experiencia por el resto de nuestras vidas”.
“En suma, el Philip C. Jessup fue la experiencia académica más gratificante de todos y cada uno de los miembros del equipo y estamos profundamente agradecidos con todas las personas e instituciones que hicieron esto posible, especialmente con nuestros coaches, Ana Zamora y Arturo López, y con la Universidad Panamericana por su apoyo y por la promoción de este tipo de proyectos”, concluye Ricardo.